lunes, 17 de junio de 2013

Un día mi hermano menor, con su primer sueldo, le regaló a mi hermano mayor una bici, solo porque imaginó, o supo... que le iba a gustar. Una bici especial y hermosa, como nosotros tres.

A mi me daba terror andar en bicicleta, pero me encantaba, una de esas cosas que uno quiere elegir pero que no se anima...
No bajaba de la vereda, me daba miedo molestar, parecer tonta y otras cosas de esas sin sentido que nos pasan a todos con distintas metas y desafíos..

Yo seguía de novia, después de meses de crisis, después de aceptar que mi pareja de 7 años no me llame por más de 10 días, después de agotarles la cabeza a mis hermanos con llamados, charlas, consejos, llantos, fastidios, el no soltar... el no merecer.. el no, siempre estaba presente el no antes que el si...

Un día mi novio me escribe un mail, y me pide de encontrarnos a hablar.
Ese día de abril, soleado y frío, hablé con mi hermano mayor y me dijo que lo única manera de equivocarme con la decisión sería no decidir nada. Ir a ver qué quiere él, como siempre. Que yo decidiera si me quería separar o no. Que si él quería seguir y yo no, no espere a que él tome la decisión  que yo no me animaba a tomar. Y que si él se quería separar, yo debía plantearlo antes, por amor a mí, así, y solo así, sabría que yo decidí vivir mi vida.

Después entendí que si mis hermanos habían atravesar sus separaciones, y habían podido llorarlas... yo podía sobrevivir también a mucho. Porque los dos fueron ejemplos para mi de amor, y de separación... que también es amor. Soltar...

Fue uno de esos momentos en que el cuerpo camina en automático y uno está lejos en otro plano, con las piernas que tiemblan y las manos que no responden, cuando uno mira a los ojos pero ya está en otro lugar. Como si le pasara a otra persona, cuando te vez desde afuera, y sin embargo... son los instantes más verdaderos, en los que uno se siente vivo.
Le dije a mi novio que me quería separar. Que merecíamos ser felices y que juntos no lo eramos... ni sabíamos como serlo por más deseos que tuviéramos de que así fuera. Dije: "yo me quiero separar porque merezco ser feliz, y me arriesgo a poder serlo".
Y me escuché y todo tuvo sentido. Y fue el momento más liberador de mi vida hasta ahora.

Y entonces después de que él se alejara lo llamé a mi hermano menor. Y le dije: me separé. Y me dijo: dónde estás? Y le dije: no puedo respirar. Y me dijo: voy.
Y yo de pronto estaba sola, con arcadas, sin poder mover los pies, asustada.
Y lo veo acercarse por esas veredas que caminamos los tres mil veces, llenas de brillos de atardecer, de viento, y hojas.
Y me abrazó, me sostuvo y me dijo: vamos.
Y sin preguntar nada lo llamó a mi hermano mayor y le dijo: vamos para tu casa. Y entonces me dijo: agarremos las bicis.

Y yo me subí a la bici, porque son esos momentos en que a uno no le importa más nada, ni matarse. Y son los mejores momentos para aprovechar a hacer lo que da tanto miedo.
Y pasamos la tarde refugiados del mundo, sin hablar del tema, porque finalmente ya no había más nada que decir. Y me hicieron ver miles de videos graciosos de internet, mientras yo lloraba y me reía, y tomábamos té.

Y un día mi hermano mayor  me prestó esa misma bici, para que yo la use como mía, la Musetta, y un día mi hermano menor me regaló una patente pintada por él, que había prometido darme cuando la merezca, y la merecí, orgullosa, y la patente dice: Libertad.

Y hoy... con tanto bardo en la cabeza, tomo té, y pienso en eso, y veo la Musetta estacionada en mi casa. Y lloro emocionada, y me sonrío. Y me siento grande, linda y me siento yo.
Y cada vez que me subo a la bici entiendo que todo es una construcción que uno hace y que merece.

Y esa certeza y ésta relación de hermanos es lo más lindo que tengo en la vida, y lo que me hace fuerte cuando me siento débil.

Qué más puedo pedirle a la vida que esta historia de amor entre nosotros y esta bici que significa tantas cosas.

sábado, 27 de abril de 2013

Te imagino entre veladores y aromas escuchando esta canción que oigo rodeada de humos y velas.
Abandoné la creencia de que sintamos igual,  prefiero entender que ambos tenemos ganas de abrazarnos bailando esta melodía que crece en compases lentos y cada vez nos encuentra mas cerca y cómplices en miradas que dicen más que tantas palabras.
Porque es la primera vez que no me importan ellos y me sonrío por nosotros. Vacía ya de posibles y afortunadamente repleta de certezas que no necesitan de más pruebas que las que vivo.
Porque me gustás y te gusto, y no sé qué otras pruebas necesita el mundo, y nosotros.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Repleta de frustraciones te escribo para no decirlo. Porque inoportunamente nos conocemos hoy con vidas armadas que no incluyen un nosotros.
Amordazada de besos que no me das, trabajo en miradas reveladoras que te adviertan sobre ésta mujer que se come las ganas de pertenecerte.
Abrazo todo lo que te quiero y lo guardo conmigo como combustible de amor a mí misma. Para no convertirte en lo que llegaron a ser otros, porque no quiero que me peses, sino que sigas siendo impulso y esperanza de que en este mundo tan ensordecedor hay personas que cobijan y son capaces de cambiarlo todo.
Eso de resaltar ante mis ojos hasta encandilarme te lo dejo a vos.
Ese atributo mágico de dejarme pensando vidas con una frase que no terminás de armar es todo tuyo.
Eso de descubrir en vos detalles que se le escapan a todos me lo dejo a mí.
Eso de saberte y adivinarte sin conocerte es mío, y no te lo presto.

domingo, 24 de febrero de 2013

Abrazarme en palabras que llegan a través de mil océanos de sonrisas nuestras.
Quererme toda entera con partecitas de rompecabezas que yo no se dónde poner para completarme. Perdidas en laberintos tantas veces, nos turnamos para hacernos piecito y que alguna pueda ver salidas para guiar a la otra.
Porque formamos la relación más sincera y pura que puedo sentir mas allá de los genes, y no existe una palabra que pueda describir tal parentesco.
Cuando salto sombría a tentadores abismos sabiendo que existe tu colchón de ojos inmensos. El mundo se mueve todo y descascara haciéndonos temblar cada vez más fuerte, ignorando que hemos sabido construir raíces tan firmes que nosotras mismas desacreditamos.
Respiro profundo agigantando el pecho cuando aparece tu mano conmovedora y comprensiva ante las atrocidades más avergonzantes.
Somos risa y llanto, henos aquí aterradoramente bellas y complejas.
A ver si entendemos, de una  buena vez por todas, que esa sensación de sentirnos incapaces de jugar en este mundo tan lleno de miedos propios del cuál desconocemos todas las reglas, desarmarnos en quejas por que nadie nos preguntó si queríamos participar, ser tan distintas a todo y así, las más comunes del mundo.. son solo pistas de que somos lo que el universo necesita para valer la pena.

miércoles, 20 de febrero de 2013



Un poema mundano, a tierra, no poético,
Imágen felíz que hable de mi alegría de que existas.
Palabras que simplemente te cuenten de mí. Porque soy igual a todos, o a muchas  mujeres que conocés de memoria.
Quiero viajar por el mundo y siento que ya es tarde. Cada vez que envejezco me siento lejos de los anhelos de chica. Ahora me gustan las pasas de uva, y conozco de whiskys. Me encantaría elegir enamorarme de quien se ocupa de mí. Tuve twitter y no lo entendí por un año. Lloro con las declaraciones de amor y las películas más básicas me conmueven aunque sostenga que no quiero eso para mí. Me asusto fácil de las cosas buenas que podrían pasarme. Tengo más kilos de los que desearía y menos plata de la que necesito. Prefiero el otoño a todo lo demás. Tiemblo al mirarte a los ojos pensando en lo que podrías estar pensando. No sé de fútbol pero Messi me conmueve. Amo leer y me gusta la música toda. Soy egocéntrica y autocrítica como nadie que conozca. Con el autoestima hecha polvo cada vez que mirás para otro lado… o a mí. Cuando estoy triste me enfermo, y viceversa. Tengo un ex al que ya no amo. Armé una lista de canciones para los días que necesito deprimirme, y otra para cuando pasa el enojo, me perdono y me siento capáz de cambiar el mundo. Cuándo estoy con mis amigos me siento capáz de entender todo. Juego al videoclip cada vez que me pongo auriculares. Me cuesta hablar de plata cuando se trata de mi trabajo. Sueño la posibilidad de besarte más de lo que debería. Fui a ver a Roger Waters y vi Lost. Sé que nada es fácil, pero que todo es simple. Disfruto de ellos hasta que se duermen abrazados a mí.. y entonces me aparecés vos.
Como verás y espero que entiendas, soy una más en esta ciudad de lluvia que espera acurrucada que un día me veas distinta a todos.